Niveles

NUESTRA PROPUESTA EDUCATIVA

Está visto que el futuro de la educación, de cara al próximo siglo, no consistirá sólo en aprender a leer, escribir, saber algo de matemáticas y almacenar unos conocimien­tos, cada vez mayores y en muchos aspectos cambiantes. Es irrenunciable potenciar el desarro­llo de las capacidades de comunica­ción, acceso y procesamiento crítico de la información; las capacidades de identifica­ción, plantea­miento y resolu­ción de problemas; el uso del razonamiento abstracto y científico, así como la pericia en el manejo de los nuevos instrumen­tos tecnoló­gicos. Del mismo modo, la complejidad de los problemas actuales y la universali­dad de los mismos ponen de manifiesto la necesidad de potenciar la dimensión ética en todos los estudiantes.

La realidad educativa regional y nacional, muestra que muchos estudiantes llegan al final de la enseñanza obligatoria más o menos cargados de conoci­mien­tos mejor o peor asimila­dos, pero sin saber realizar tareas básicas para el aprendizaje escolar como leer comprensivamente, distinguir las ideas principa­les de un texto, evaluar según criterios, analizar, sintetizar, centrar la atención de forma sostenida, manejar adecuada­mente un dicciona­rio, u organi­zarse el tiempo de trabajo personal.

En pleno s XXI se levanta un mundo VICA (volátil, incierto, cambiante y ambiguo) nuestra respuesta debe ir por la formación de personas que puedan creer y crear un mundo más humano y más emocional, que debe forjarse desde los hogares y desde la escuela. El reto que se plantea en nuestra propuesta educativa supone un modo distinto de enfocar el proceso de enseñanza/aprendizaje del que -posible­mente- han recibido o llevan varios años practicando los maestros de los tres niveles educativos, e implica, necesariamente, una actitud de renovación, de cambio, de formación.

Este cambio de mentalidad pasa en primer lugar por ser plenamente conscientes de la necesidad de cambiar. Un maestro no verá la necesidad de modificar­ sus métodos de enseñanza mientras piense que son los más adecuados o, por lo menos, bastante buenos en comparación con otros que conoce, o que en sus circuns­tancias persona­les o colegiales son los únicos posibles.

No se trata de cambiar por cambiar, sino de mejorar la calidad educativa del quehacer diario de los colegios. Es más, los que tienen por oficio el enseñar poniendo todos los medios a su alcance para que sus alumnos aprendan serán un estímulo constante para los escolares si dejan traslucir en su trabajo la ilusión por aprender en cualquier situación.

Promovemos una educación centrada en la persona, mirando a las nuevas distinciones y habilidades que este siglo nos exige, una formación completa que favorece el pleno desarrollo de la personalidad y se manifiesta en los diversos aspectos que se armonizan en la unidad de la persona y de la acción educativa.

Para educar a la persona es preciso atender a la totalidad del ser humano: la corporeidad, la inteligencia, la voluntad, la afectividad y su sentido transcenden­te. En primer lugar, la corporei­dad, que es a un tiempo la base condicionante y medio por el que realizamos buena parte de demás funciones; después, el objetivo de la educación es enseñar a pensar o, lo que es lo mismo, enseñar a buscar la verdad; ayudar a fortalecer la voluntad, de modo que la persona esté en condicio­nes de adherirse libremente a la verdad hallada y pueda seguirla y superar las dificultades que encuentre, orientando los sentimientos y afectos; además, el hombre es un ser sociable, abierto a Dios y a los demás, y ha de aprender a dar y a darse, no sólo a recibir: ha de aprender a amar.

En síntesis, la inteligencia alimentada por la verdad, la voluntad fortalecida por las virtudes que ayudan a vivir conforme a la convicción de la verdad y el corazón dispuesto para amar la verdad, se funden en la unidad irrepetible de cada hombre unidad de vida, haciendo posible la felicidad propia de las personas coherentes, firmes y estables.

Prime School se presenta como una alternativa educativa totalmente diferente en la región, ajustada al diseño curricular del MINEDU y con una sólida base de educación personalizada, en cuya primera etapa de inicio se ofrecen orientaciones metodoló­gi­cas y organizativas para la puesta en marcha de este nuestro proyecto educativo, que irán enriqueciéndose con la investigación y el contraste de experiencias.