Sabemos de antemano que el fútbol es un deporte de gran trascendencia social a nivel internacional, pero lo que poco sabemos es que existen procesos psicológicos implicados en el desarrollo de este deporte, el saber ganar y perder o lo referido a su estado y fortaleza mental, nos dan cuenta de ello.
La motivación también influye trascendentalmente en lo relacionado al rendimiento deportivo. Vemos entonces que el deporte es todo un centro de aprendizaje, ya que si algo no nos educa ni nos transforma como persona entonces de nada sirve hacerlo.
Generar un buen clima motivacional a través del trabajo en equipo favorece al rendimiento del equipo que empieza desde la motivación intrapersonal, porque cada persona tiene unos objetivos, pero la motivación para conseguirlos es diferente en cada persona.
Virtudes como la perseverancia, resiliencia y la constancia se ponen de manifiesto para poder salir de una adversidad, el saber reaccionar cuando el resultado nos es adverso y es donde la regulación de nuestros sentimientos y emociones juega un papel muy importante.
Este mundial de fútbol nos dejó 5 grandes aprendizajes:
- Trabajar con pasión, para poder lograr la meta.
- Ir más allá de lo extraordinario; para ello hay que saber combinar capacidad y preparación/ técnica y atrevimiento/esfuerzo y compromiso.
- Saber ganar y saber perder, no podemos confundir triunfo con éxito ni derrota con fracaso.
- Saber reaccionar ante la adversidad/ resiliencia, en nuestra vida siempre tendremos reveces, juguemos limpio siempre.
- No dar la espalda, hay que enfrentar los desafíos que la vida nos da.
- Jugar siempre en equipo, cada uno debe aportar lo mejor de sí.
Recordemos siempre que lo mejor que podemos dar a los demás SOMOS NOSOTROS MISMOS.